lunes, 18 de mayo de 2009


a veces nos pasa que dan ganas de soltar el remo y dejarse tragar por la arena movediza contra la que luchamos. luchamos por salir, por seguir adelante, deseando estar en tierra firme. a veces nos duelen los brazos, nos pesa el cuerpo, nos quedamos sin fuerza. pasa que estas tan concentrado en que no hay q dejarse vencer, y de un momento a otro el viento arraza con esa montaña de esfuerzo, y eso significa volver a empezar. y uno se cansa de volver a empezar, se cansa de esperar estar mejor, se cansa de buscar soluciones que no tiene a mano, se cansa de sufrir. es la sensación de sembrar un campo entero y que la lluvia lo destruya, una y otra vez, hasta dejarnos agotados. se encarga de acabar hasta con la última gota de ganas que queda en el cuerpo. pero así como el destino puede tirarnos de rodilla al suelo, nosotros tenemos la capacidad para ponernos de pie. aunque sea llorando, aunque sea sangrando. aunque sea un sacrificio que parezca inconcebible. se puede. de alguna manera se puede salir. pasaran días, semanas, meses, pero con perseverancia se puede. con una mano amiga, se puede. con nuevas metas, contando lo que se tiene y vale en vez de lo que se perdió en el camino, tratando de ver siempre el vaso medio lleno, intentando de nuevo. se puede. el hombre es más fuerte que el viento cuando pone toda su energía y dedicación en no dejarse voltear. aferrandose a lo que lo hace fuerte. si hoy me caigo, sé que mañana voy a estar de pie.

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